Al mismo tiempo que se empezaran a construir las obras de concreto (cimentaciones), se buscaron los recursos para el resto de la obra:
1. Conseguir el acero para la estructura metálica de la obra. Este acero era especial y debía fabricarse fuera de Colombia. Además se planeaba y contrataba todo lo que tenía que ver con el transporte, movimiento aduanero y montaje, en el que se buscó especialmente una empresa colombiana.
2. Por otro lado, se contrataba a la firma Freyssinet para la fabricación de los tirantes a los cuales se les realizó dos ensayos de fatiga que transcurrieron en un tiempo de seis meses, en el cual se determinaron los ciclos, la periodicidad y la resistencia de estos cables.
3. En muchos países se trabajó simultáneamente para este proyecto: en Francia, España e Italia todo lo relacionado con los cables, al mismo tiempo el acero se fabricaba en Brasil y Bélgica, y los detalles de la estructura metálica en Venezuela.
4. Se contrató un profesional experto en montaje de estructuras metálicas, quien se basó en los “Estudios de Geometría”, para cumplir con todas las especificaciones constructivas. Esto implica desarrollar estudios detallados para definir el método constructivo desde Lisboa (Portugal) conjuntamente con Munich (Alemania).
5. Ya en el proceso constructivo se realizó una simulación diaria en las oficinas de Lisboa, donde se autorizaba la colocación de cualquier elemento constructivo. En el programa se reciben todas las cargas, se estudia el comportamiento del puente, y se genera la secuencia de colocación y los requisitos constructivos para la misma. Por ejemplo, se decidió en alguna oportunidad colocar un contrapeso para simular las cargas verticales del puente, y así poder montar los torones.
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